La República Islámica está enviando combatientes afganos y paquistaníes a los campos de batalla sirios para que participen del esfuerzo por sostener al dictador Bashar al Asad y, no menos importante, para que adquieran experiencia y puedan ser empleados posteriormente en otros escenarios bélicos, refiere Farzin Nadimi en este papel publicado por The Washington Institute.
En un tiempo en que los conflictos abiertos o por delegación están convulsionando el Medio Oriente y el sur de Asia, rivalidades como la (…) irano-saudí (…) continuarán trascendiendo las fronteras, con efectos desestabilizadores impredecibles. Al expandir progresivamente sus unidades paramilitares y proveerlas con sus más avanzadas armas y tácticas, Irán parece empeñada en desplegar el suficiente número de tropas para cumplir el sueño jomeinista de un “islam sin fronteras”.
La nueva táctica de Abás
Si hace un año el rais amenazaba con dimitir, desmantelar la Autoridad Palestina (AP) y suspender la cooperación con Israel en materia de seguridad, ahora está enviando mensajes bien distintos y resaltando el importante “logro nacional” que representa la existencia de la AP. Yoni ben Menajem, del Jerusalem Center for Public Affaris, reflexiona sobre qué ha motivado este cambio.
(…) la principal consideración que guía al octogenario Abás es la conservación del poder mientras encuentra un sucesor adecuado, alguien que le permita retirarse honorablemente y asegure el bienestar de su familia y los intereses económicos de sus dos hijos.
(…) Especialmente preocupante para él es [la posibilidad de que Israel abra] un diálogo con el mundo académico y empresarial palestino. Abas ve esto como una manera de dejarle de lado a fin de dar con un nuevo interlocutor, lo que minaría su legitimidad como líder del pueblo palestino.
La pesadilla turca está teniendo lugar en Siria
Para Joyce Karam, jefa de la delegación en Washington del diario Al Hayat, considera que la evolución de los acontecimientos en Siria está provocando un cambio de planes en Turquía.
Las nuevas amenazas emergentes en Siria están provocando un cambio en los cálculos turcos, a fin de priorizar –con la ayuda de Rusia e Irán– los objetivos inmediatos de ir contra los grupos kurdos y contra el ISIS, mientras se pospone el desafío a Asad, al menos hasta que Obama abandone [la Casa Blanca].
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